La convivencia es el elemento básico de todo centro educativo. Por ello, en el Vela se trabaja con múltiples métodos y herramientas desde la base, para que en el momento en que se produce un conflicto, intentar evitar que vaya a más o se pueda enquistar en el tiempo. La labor de la coordinadora de convivencia y el grupo de alumnos ayudantes es fundamental en este sentido. Se utiliza una metodología de reparación, por lo que las sanciones intentan ser las menos posibles y siempre progresivas.

Para los alumnos que presentan dificultades de comportamiento se emplean métodos diversos para evitar la repetición de la conducta que deseamos erradicar (sanción de recreos, séptimas horas, “hojas de seguimiento”, “aulas de mayores”, tutores individualizados, “aula de reflexión” y el “`proyecto intergeneracional” en la residencia de ancianos”. Igualmente, la ayuda en la organización y disfrute de los “recreos alternativos”, la participación en las sesiones de los “los alumnos ayudantes” y el “taller del teatro” pretenden que todo el alumnado, especialmente el que posea menores habilidades sociales o problemas de socialización, tenga su sitio en el centro y no se quede al margen del resto de compañeros.

En un intento por abrir el Centro al exterior se han establecido diversos acuerdos con instituciones de Aranda de Duero para intercambiar experiencias entre el alumnado del Vela y otros miembros de la comunidad, como por ejemplo Residencia Virgen de las Viñas, Centro ICEDE, Cruz Roja, etc. Estos proyectos se utilizan igualmente como “castigos alternativos a la expulsión”.

Para evitar problemas de convivencia se ha prohibido el uso de móviles para los alumnos de 1º y 2º ESO en todo el recinto del centro. El resto del alumnado puede usarlo exclusivamente en el periodo de los dos recreos.